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  • Foto del escritorDaniel Oropeza

El nuevo reto de las orquestas frente a la Pandemia

Actualizado: 25 nov 2022

Se está hablando mucho de qué hacer con las orquestas cuando vuelvan a la actividad: cómo organizarlas sobre el escenario para mantener las distancias de seguridad sanitarias, cómo "aislar" a la cuerda de los vientos, cómo separar a los primeros violines de los segundos y los segundos de las violas en espacios ya reducidos, de qué manera se harán los ensayos, en secciónales o en pequeños grupos de cámara. También se habla si se tendrá que ensayar con tapabocas o no. Lo cierto es que las orquestas del mundo tendrán que adaptar la forma en la que venían trabajando y esto, como sabemos, es algo difícil de conseguir porque ¿quien logra que una orquesta suene con sus músicos a dos metros de distancia unos de otros? 





En una nota publicada por el diario NIUS, las Orquestas Sinfónicas en Españan estudian los escenarios frente a la pandemia, sobre todo cómo funciona un instrumento de viento y si este podría proyectar el virus cuando el intérprete sopla. Ana Mateo, presidenta de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) reconoce, en declaraciones para el diario, que  «todo apunta a que a pesar de la presión, el aire que sale por el instrumento no tiene tanta fuerza y va al suelo». Un alivio para los clarinetistas y los fagotistas, pero ¿qué pasa con los instrumentos dónde la mitad del aire queda dentro de la columna de aire? 


El 25 de abril de 2020, la Universidad de Música de Friburgo publicó un documento titulado Risk Assessment Regarding Corona-Infections in Music Making. A continuación se cita un fragmento sobre el caso:


Hasta donde sabemos, actualmente no hay mediciones de la carga viral en el aire cuando se sopla un instrumento de viento. Sin embargo, se sabe que tocar instrumentos de viento requiere un intercambio intensivo de aire en los pulmones y el tracto respiratorio con presiones de aire a veces muy altas. Hasta qué punto la carga viral se reduce por la vía aérea en el instrumento no está claro. Se debe suponer que la liberación del aire respirable al ambiente durante la ejecución del instrumento puede conducir a aerosoles que contienen el virus. Además, tocar instrumentos de viento provoca la condensación del aire exhalado en el instrumento, que debe considerarse como otro material potencialmente propagador de virus.

La Orquesta Filarmónica de Viena en un estudio similar sobre los posibles riesgos de contagio en los instrumentistas de vientos, los músicos de la orquesta se sometieron a varias pruebas con el objetivo de determinar estos riesgos y de qué manera se podría convencer al gobierno de que las orquestas no suponen un peligro para la salud pública. El estudio consistía en una sonda capaz de pulverizar los bronquios por la nariz y que al ser colocados frente a una tela negra y un foco de iluminación fuerte podía verse las microparticulas que se emiten al expulsar el aire. Se determinó que los violinistas no exhalaron más partículas cuando tocaban que cuando estaban en reposo y los trompetistas proyectaron una condensación localizada cerca de sus vías respiratorias. Sin embargo, la flauta traversa emitió partículas que sí llegaron a una distancia de hasta 80 centímetros.


En otra nota del portal NAIZ, La Quincena Musical de Donostia se reconvertirá en su 81ª edición en «un pequeño festival de cámara», sin ópera y sin grandes orquestas. Del mismo modo, no habrá coros, a no ser que se trate de formaciones «muy reducidas». Una de las propuestas del comité artístico es elaborar algo así como un decálogo que sirva de guía a todos los eventos dedicados a la música clásica y por el otro lado, reunir informes de otros países que sirvan como guía de recomendaciones. El caso es que estas recomendaciones apuntan a un fuerte distanciamiento social (de hasta seis metros de distancia) que hace inviable el funcionamiento optimo de una orquesta sinfónica.


Ahora bien ¿Qué hacer frente a este escenario? ¿Cómo conseguir minimizar los riesgos sin afectar el sonido de la orquesta? ¿Cómo alentar al público a asistir a los festivales y a los teatros en un contexto marcado por el miedo a nuevos brotes? ¿Cómo garantizar seguridad satinaria a los músicos despúes de cada concierto o ensayo? Hay más preguntas que respuestas. Entre las soluciones encontradas y de mayor popularidad está el concierto online como un formato alternativo o los llamados "estrenos digitales", aunque también se plantean otras opciones, como los formatos reducidos o de cámara. Es posible que estemos ante un auge de la música de cámara mucho más diverso y rico y un escenario optimista para la música electroacústica. No lo sabemos. Habrá que esperar. Por el momento, les toca a las orquestas replantear sus logísticas de trabajo y a las autoridades garantizar que las orquestas puedan seguir trabajando en espacios óptimos y con la seguridad sanitaria que amerita el asunto. 



 

AFP. (2020). Músicos de orquesta no se transmiten el virus. 21 de mayo de 2020, de AFP Recuperado de: https://www.prensa.com/impresa/vivir/musicos-de-orquesta-no-se-transmiten-el-virus



NAIZ. (2020). Alfaya anuncia que la Quincena Musical de 2020 será «un pequeño festival de cámara». 21 de mayo de 2020, de NAIZ. Recuperado de: https://www.naiz.eus/es/actualidad/noticia/20200515/alfaya-anuncia-que-la-quincena-musical-de-2020-sera-un-pequeno-festival-de-camara


NIUS. (2020). El regreso de las orquestas sinfónicas: ¿pueden propagar el COVID-19 los instrumentos de viento?. 21 de mayo de 2020, de NIUS. Recuperado de: https://www.niusdiario.es/cultura/regreso-incierto-orquestas-sinfonicas-propagar-covid-19-instrumentos-viento_18_2942370244.html


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